On September 7th, during an ordinary school day like any other, an unfortunate event fell upon the International School of Monagas, ISM. During school hours, not later than lunch time a blackout interrupted the regular school schedule, triggering the forced decision of students leaving early.
Evidently, this power failure did not singularly affect the school, but most of Maturin suffered from this event. However, this power cut should not have afflicted the school day if it was not due to the school’s power plant failing in this case. During lunch time, students were seen doing a line in front of the microwaves, as they waited for the power to come back and get a chance to heat their food. While others were seen curiously warming their food with the heat of the sun. However, students were only hit with the disappointment of the unreturning power. Cold and unappetizing food was eaten that day by the students and teachers because of the lack of power. Classrooms were consumed by the overwhelming heat of this sunny day, forcing students and teachers to go outside. Another misfortune following the blackout was the lack of water. When power goes out, we are left without water as well. Without water or electricity, students were not able to continue throughout the day as they usually do. Therefore, students were obligated to leave school, and return to their homes early that day.
El Apagón de ISM
El 7 de septiembre, en un día escolar común y corriente como cualquier otro, un lamentable hecho azotó al Colegio Internacional de Monagas, ISM. Durante el horario escolar, a más tardar a la hora del almuerzo, un apagón interrumpió el horario regular de la escuela, lo que llevó a la decisión forzada de los estudiantes saliendo más temprano ese día.
Debido a la mayor parte de Maturín siendo afectada también, este apagón no afectó singularmente a la escuela. Sin embargo, este corte de energía no debió haber afectado la jornada escolar, si no fuera que en este caso falló la planta eléctrica del colegio. Durante la hora del almuerzo, se vio a los estudiantes haciendo fila frente a los microondas, mientras esperaban que volviera la energía y tuvieran la oportunidad de calentar su comida. Mientras que a otros se les vio curiosamente calentando sus alimentos con el calor del sol. Sin embargo, sólo se sintieron afectados por la decepción de la luz que no regresaba. Ese día los estudiantes y profesores comieron comida fría y poco apetecible debido a la falta de generadores. Las aulas estaban consumidas por el calor abrumador de este día soleado, lo que obligó a estudiantes y profesores a trabajar afuera. Otra desgracia tras el apagón fue la falta de agua. Cuando se corta la luz, también se corta el agua. Sin agua ni electricidad, los estudiantes no podrían continuar durante el día con normalidad. Por lo tanto, los estudiantes fueron obligados a terminar la escuela y regresar temprano a sus hogares ese día.
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